La Segunda Conferencia Internacional sobre Escuelas Seguras tuvo lugar en Buenos Aires, Argentina, del 28 al 29 de marzo de 2017 y fue la primera reunión internacional sobre el tema desde la adopción de la Declaración sobre Escuelas Seguras y las Directrices para Prevenir el Uso Militar de Escuelas y Universidades Durante Conflictos Armados en la Primera Conferencia Internacional Sobre Escuelas Seguras en Oslo en mayo 2015.
La Declaración Sobre Escuelas Seguras es un compromiso para mejor proteger a los estudiantes, los profesores, escuelas y universidades durante los conflictos armados. La Declaración fue concebida a través de un proceso consultivo liderado por Noruega y Argentina, y se abrió para la suscripción estatal en una conferencia internacional en Oslo, Reino de Noruega en mayo del 2015.
Los gobiernos que se suscriben a la Declaración hacen un compromiso que incluye: mejorar el reportaje sobre ataques contra la educación; investigar y procesar posibles crímenes de guerra que involucran escuelas; y restaurar, rápidamente, el acceso a la educación cuando las escuelas sufren ataques.
Los estados suscritores también se comprometen con las Directrices para Prevenir el Uso Militar de Escuelas y Universidades Durante Conflictos Armados, una herramienta práctica no vinculante que ofrece dirección para ayudar a los partes de un conflicto a limitar sus acciones con respecto al uso militar de escuelas e universidades, así ayudando a salvaguardar el carácter civil de estas instalaciones.
Desde el 2005, las fuerzas armadas y los grupos armados han utilizado escuelas y universidades con propósitos militares, por ejemplo, como bases, cuarteles, posiciones de disparo, depósitos de armas y centros de detención en al menos 26 países afectados por conflictos armados alrededor del mundo. Por convertir a las escuelas en objetivos militares, esta práctica puede poner en riesgo la seguridad de los estudiantes y los profesores y restringir el acceso a la educación.
La Conferencia Internacional sobre Escuelas Seguras fue una oportunidad para llamar la atención global respecto de la gravedad de ataques contra estudiantes, profesores, escuelas y universidades y del uso militar de las escuelas y universidades. Asimismo, fue una oportunidad para aumentar el conocimiento y la visibilidad de la Declaración sobre Escuelas Seguras y las Directrices, y un espacio para compartir los avances logrados desde que se abrió la Declaración a la suscripción estatal, y difundir los ejemplos de buenas prácticas al nivel nacional.